miércoles, 3 de enero de 2018

Alimentación en Navidad …Y después, ¿qué?

Terminadas ya estas fechas navideñas, y pasado el Año Nuevo con los nuevos propósitos y objetivos pronunciados, nos toca volver a la rutina de todos los días, y sufrir la “cuesta de Enero” que desde el punto de vista de la nutrición, significaría el hacer balance de nuestro comportamiento alimentario durante estas fechas, y a veces también, de arrepentirnos de ciertas conductas en este sentido.

No siempre el esfuerzo preventivo se ve recompensado por los resultados. Más frecuentemente de lo que sería deseable, nos encontramos con que nuestro peso se ha “desviado hacia arriba” y pasa a “acompañarnos” el resto del año, hasta llegar al siguiente exceso alimentario. E incluso nos podemos encontrar con síntomas digestivos molestos provocados por estos cambios de alimentación y este descontrol de horarios.
En realidad, debemos intentar romper esta especie de “círculo vicioso”, mediante sencillas – aunque no fáciles de cumplir si no se es disciplinado – medidas relativas a nuestros hábitos de vida cotidianos.

Según datos recientes, la obesidad infantil en España supera ya a la registrada en Estados Unidos, mientras que un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el 65%  de los españoles tiene sobrepeso (dos de cada tres), en tanto que en 1998 rondaba el 35%. Por tanto algo está cambiando en la sociedad de forma que nos encontramos rodeados en un ambiente obesogénico.

Nada como una alimentación saludable bien planificada para encontrar el equilibrio metabólico y, también en buena medida, el psicológico. En cualquier caso, el inicio del nuevo año, al igual que el comienzo de la semana es siempre un buen momento –tanto como cualquier otro – para adoptar, como indicábamos en el párrafo anterior, una serie de sencillas medidas, que pasan por:
·         Adherirse a algún tipo de actividad física programada (gimnasio, clubes deportivos, asociaciones, etc.) si no nos vemos con la suficiente fuerza de voluntad y motivación como para hacerlo de forma individual. Por desgracia muchas veces es el pago de una cuota la que nos motiva para salir de casa con el fin de realizar actividad física. No deja de ser una cuestión de psicología.
Sería un logro que, parte del tiempo que dedicamos a actividades sedentarias como puede ser ver la televisión, la dedicáramos a realizar alguna actividad. El cansancio, el tiempo, la climatología, etc, son las típicas escusas  que nos buscamos para retrasarlo. Desde, simplemente en casa hacer cualquiera de las tablas de ejercicios de iniciación que podemos encontrar en internet o subir y bajar las escaleras del edificio una serie de veces cada día en progresión, a un entrenador personal, hay muchas fases intermedias.
Un truco sería asegurarnos el que realizamos 10000 pasos diarios, de los cuales al menos 5000 se deben hacer seguidos sin interrupción. Desde podómetros, diferentes Apps para el teléfono o determinados relojes, nos proporcionan herramientas que nos facilitan este cómputo.

·         Se deben evitar tanto los periodos de ayuno prolongados (hacer cinco comidas a lo largo del día, en lugar de tres) como el picoteo, entendido como el consumo de aperitivos y “snacks” con alto contenido calórico y deficientes desde el punto de vista nutricional. No se entiende por tanto por picoteo, y además si se aconseja, el consumo de alimentos naturales en períodos interdigestivos como son la media mañana y la merienda, con productos tipo frutas, verduras, derivados lácteos desnatados o de cereales integrales.
Un truco : Poner una alerta en el teléfono u ordenador, puede facilitar el que nos recuerde la necesidad de tomar estas ingestas que nos calmará y retrasará. Tener alimentos de estos tipos a mano o ya preparados, nos facilitaría el poder optar por productos saludables y no echar mano de procesados que suelen ser de más fácil accesibilidad.

·         Incrementar el consumo de fruta y de verdura, incluso entre las comidas principales, de forma que como mínimo tomemos 5 raciones al día de las mismas. Son grupos de alimentos que en su composición tienen mayoritariamente agua y muy pocas calorías, sin embargo tienen una alta densidad de micronutrientes (sales minerales y vitaminas por cada 100g de alimento) y de fibra, por lo que su función reguladora del aparato digestivo, el renal y su efecto saciante y alcalinizador, son muy recomendables para revertir los excesos.
Un truco para aumentar el consumo de estos alimentos es tomar como norma el comernos la fruta del postre 20 mn antes de las comidas principales, acompañada de un gran vaso de agua sola, o aderezada con zumo de limón, lima, pomelo, naranja, etc.., infusión o caldo desengrasado de verduras, carnes o pescado, de forma que nos aseguramos su ingesta al no dejarla para el final de la comida, de esta  forma conseguimos adelantar la sensación de saciedad para cuando realmente nos sentemos en la mesa, ya que los componentes de la fruta pueden absorber el agua, hincharse y ocupar un espacio en el estómago además de ir acelerando la secreción de jugos gástricos para su actuación posterior. 

·         Priorizar el consumo de pescado blanco en mayor proporción que otros alimentos proteicos también recomendados como las carnes magras (poco grasas, como el pollo o el conejo) o los huevos, y siempre aderezados preferiblemente sin salsas y cocinados con técnicas poco calóricas como al horno, papillote, vapor, hervido, plancha, microondas, etc.
Un truco podría ser No repetir carne ni huevos en comida y cena si ponemos proteína animal, aunque si dar la opción de hacerlo con el pescado.


·         Reducir algo el tamaño de las raciones (para ello, puede resultar psicológicamente favorable utilizar platos más pequeños; de postre, por ejemplo al menos en las cenas) y no repetir. Si se presentan ingestas con más de un plato, dejar el tamaño más grande para ensaladas, verduras, cremas y sopas,  y el plato pequeño para la carne, pescados y huevos y sus acompañamientos de pasta, arroces, legumbres, tubérculos u otras verduras.
Un truco será No tomar por ingesta de comida o cena, una ración mayor de lo que ocupa la palma de la mano de carne, pescado, huevos, la misma cantidad en crudo de cereales tipo pasta o arroz, pan, legumbres, o tubérculos, aunque libre y más del doble de verduras.


·         Comer despacio, masticando muy bien, sin prisas y de forma consciente de lo que nos introducimos en la boca, su textura, aroma, sabor, hidratación, etc, y siempre en tamaños pequeños.
Un truco si no somos capaces de comer de forma sosegada sería comer  comer con palillos tipo chinos o cucharillas de postre para los alimentos no sólidos. 


Estos instrumentos, en nuestro entorno, conlleva una dificultad extra en su uso y dificulta el poder coger e introducirnos cantidades grandes de alimentos, lo cual nos obliga inexorablemente a comer más despacio, aunque esto no conlleve el masticar bien los alimentos que deberemos de hacer de forma consciente.

Otro truco sería contabilizar la cantidad de masticaciones que damos en una cucharada de un alimento sólido genérico y a partir de esta cantidad, ir contabilizando y aumentando el número de masticaciones por cucharada hasta 20/bocado mínimo en todas ellas. Con esta sencilla acción estaremos preparando el alimentos para una mejor digestión posterior tanto por el tamaño de partícula que llegará al estómago (a veces tragaos los alimentos casi sin masticar debido a las prisas y el estrés impuesto por nuestros hábitos de vida), como por la degradación de los hidratos de carbono que empiezan a digerirse con encimas existentes en la saliva y que de lo contrario, casi no ejercerían su función.
·         Beber abundante agua a lo largo del día, en detrimento de las bebidas alcohólicas, azucaradas y/o gaseosas o zumos envasados.
Un truco sería tomar un vaso de agua antes y después de esas 5 comidas nombradas, y nos aseguraría el consumo mínimo de 2l de agua diarios. Esta cantidad va a depender entre otras cosas del clima, la actividad física o laboral de la persona, patologias como las que generan un estado febril, edad, sexo, etc… 


Como hemos recomendado antes, se puede tomar el agua sola o aderezada de alguna manera, si nos cuesta tomarla.

Con estos sencillos y caseros consejos esperamos ayudar a restablecer el tan necesario equilibrio alimenticio.
Más información en nuestra consulta de nutrición y dietética

martes, 20 de diciembre de 2016

Como afrontar las comidas navideñas

Llegadas estas fechas todos tenemos en mente un ambiente festivo, hogareño y familiar. Miramos nuestra agenda y seguramente estará llena de compromisos sociales
Ya desde los comienzos de la Humanidad, las celebraciones se realizaban entorno al fuego y la comida, solo que ahora todo es más sofisticado y a veces lo festivo se vuelve casi en cotidiano.  No en pocas ocasiones después nos encontramos con personas que han sufrido no pocos problemas gastrointestinales,   ataques de gota,  diabetes descompensadas, o problemas por el consumo excesivo de alcohol.
Sabiendo esto, podemos encontrarnos recomendaciones y “recetas” para que tales estragos metabólicos previsibles no se produzcan o al menos disminuirlos, muchas de ellas sin base científica, e incluso peligrosas.
Así desde las sociedades científicas de nutrición, (AEDN, SEEN, SEEDO, etc), se proponen pautas y consejos saludables durante estas fechas, que podríamos hacer extensivos al resto del año:
1. No cambie sus hábitos de alimentación y ejercicio habituales. No debe saltarse ninguna ingesta y mantener una regularidad horaria en las mismas. Reserve los “excesos” para las fechas más señaladas. 
2. ¡Incluso muéase un poco más! Con treinta minutos más de ejercicio físico diario podemos compensar las calorías extras de las comidas navideñas.
3. Controle el alcohol que tomas ya que aporta calorías vacías.
4. Planifique el menú. Si el plato principal es muy graso (ej. cordero) se deberán preparar entrantes ligeros (ej. vegetales).
5. Planifique la compra para evitar las sobras. Y si se generan, use la imaginación para preparar platos ligeros, deliciosos y nutritivos con ellas, como verduras rellenas de sobras de carne o embutido, o timbal de verduras y sobras de pescado o mariscos.
6. No deje de tomar fruta. Puede preparar como postre y/o sobremesa bandejas con frutas tropicales o entrantes como ensaladas o brochetas de fruta, acompañadas de alimentos protéicos no grasos (fiambres o carnes de pechuga de pollo o pavo, magro de jamón serrano, quesos frescos condimentados, huevos cocidos o duros, salmón o atún desengrasado, etc..) .
7. Mientras cocine evite los picoteos o hágalos saludables con piezas de verduritas frescas, frutas, lácteos o fiambres no grasos.
8. Sustituya las salsas industriales (muy grasas) por salsas caseras a base de hortalizas, hierbas aromáticas, jugo de limón, yogur desnatado y vinagretas.
9. Elabore postres caseros reduciendo el contenido de azúcar (se puede sustituir con edulcorantes) y grasas.
10. “De todo, pero poco”. Si quiere comer de todo lo que hay en la mesa, sírvase en un plato pequeño cantidades de todo lo seleccionado y no repita.

A estas recomendaciones vamos a añadir algunos consejos para intentar paliar o disminuir aquellos excesos que quizás no vallamos a controlar adecuadamente:

·     Si las comidas se realizan fuera de casa:
o   Los aperitivos deben de tomarse con moderación o evitar aquellos que lleven salsas (mayonesa, nata…), mantequilla, quesos untables, rebozados. A veces pueden llegar a aportarnos las mismas calorías que el plato principal.
o   Intente comer la misma porción, como si estuviera en casa. Si le ponen más cantidad no dude en pedir que le retiren lo que no se vaya a comer.
o   Elija carnes magras, sin salsas ni rellenos y elimine la piel. Si hay varias opciones siempre será más recomendable el pescado que la carne.
o   Sustituya el postre o licores por frutas, café o infusión.
o   Controle la ingesta de pan, o evítela.

·    ·       Frente al consumo de alcohol, tomar a continuación y antes de acostarse bastante agua. Nos ayudará a eliminar el alcohol presente en la sangre, y depurarla del acetaldehído, subproducto residual de su metabolización, y con efectos neutrotóxicos , responsable  mayormente de la sintomatología de la temida “Resaca”.

·   ·      Tomar una infusión de hierbas aromáticas y preferiblemente menta, poleo o similares, seguido una dieta semivegetariana suave a base de frutas, verduras y lácteos y si fuera necesario (por cefalea) algún analgésico (paracetamol, etc.) al día siguiente.

·   ·       Ante una comida previsiblemente copiosa, lo mejor es desayunar adecuadamente e, incluso, tomar un ligero tentempié antes de la comida – y, si puede ser a base de fruta, mejor –, para reducir el apetito y la ansiedad. Tenga en cuenta que el verdadero  objetivo de estas reuniones no debe de ser el comer sino el convivir

…Y después......, ¿qué?.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Un ojo al pasado y al presente de las legumbres: Receta: Garbanzos dulces con membrillos


En el #DMDN y como #CucharadasDeSalud os muestro una receta anterior a 1800 encontrada en la biblioteca de mi abuela.9

Del libro ARTE DE COCINA, PASTELERIA, VIZCOCHERIA Y CONSERVERIA, compuesto por Francisco Martines Montiño, Cocinero Mayor del Rey, Décima sexta impresión. Con Licencia, En Madrid: en la imprenta de Don Joseph Doblado y Año de 1809.
Libro original, cuyo texto está transcrito tal cual y que como comprobaréis, está escrito en castellano antiguo, de ahí las posibles faltas de ortografía actuales:

                                                                                       RECETA
                                                              GARBANZOS DULCES CON MEMBRILLOS - (pag P)

Echarás los garbanzos a cocer,quando estén cocidos, tomarás membrillos, tanta cantidad como los garbanzos; mondalos, quitales las pepitas, y cortalos por medio: luego del medio cortarás rebanadillas delgadas a lo largo, y a lo ancho del membrillo: luego tomarás manteca de vacas fresca, freirás cebolla y los membrillos hasta que estén bien blandos: luego échalos con los garbanzos, sazona con todas especias, canela, y un poco de vinagre, échales dulces de azucar, que estén bien dulces, ytengan poco caldo: luego harás unos tallarines muy delgados, frielos, écherás en el plato un lecho de tallarines (aunque se pueden servir sin ellos) y otro de garbanzos, azucar y canela, y de esta manera hincharás el plato. Y advierte, que este plato ha de servirse bien dulce, y bien agrio: y si no hubiere manteca, hágase con un buen aceyte; si no hubiere membrillos, hágase con peros agrios.
                                                                                      DAUS DEO


lunes, 7 de noviembre de 2016

La legumbre, la estrella fugaz vuelve.


Hola amigos y compañeros!!!

Con motivo de conmemorar el Día Mundial del Dietista-Nutricionista (#DMDN), el  próximo 24 de Noviembre ser y este año 2016 estar declarado como Año Internacional de las Legumbres, me he unido al igual que muchos compañeros de profesión,  a la iniciativa impulsada por el Consejo General de Dietistas-Nutricionistas  y la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas, para fomentar su consumo, bajo el lema “Hablemos de Legumbres”. Todos los artículos frutos del conocimiento, experiencia  y esfuerzo de mis compañeros, los podéis consultar en Facebook,  Twiter, …etc, como #CucharadasDeSalud y #HablemosDeLegumbres

En dichos artículos podéis encontrar desde un recordatorio histórico de su consumo a lo largo de las diferentes civilizaciones, a como han salvado del hambre a poblaciones enteras, hasta recetas muy originales, pasando por explicaciones demostrables, de sus muchas propiedades saludables, aportes en nutrientes, etc...y datos de su lenta agonía por su olvidado consumo. 

Son iniciativas como esta, las que hacen que se reactive la conciencia de lo que estamos dejando atrás por una malentendida modernidad.

Me gustaría ser original, aunque ya hay mucho dicho, así que he pensado ofrecerte una receta con legumbres, y explicarte, de una forma sencilla, el porqué de sus ingredientes para que sea completa, nutritiva, saludable y que lleve todo aquello que se aconseja en las Guías de alimentación.

Hay recetas en las que vienen los gramos de cada ingrediente, otras las medidas caseras… Yo he intentado aunar ambos sistemas para que uses el que más te guste.

Se me ha ocurrido una que, en forma de ensalada, hace tiempo le pongo a mis hijos y que les encanta. Te la pongo con diferentes alimentos opcionales según se pretenda más o menos calórica y diferente perfil lipídico (cantidad de grasas).

Ensalada francesa de lentejas:

Ingredientes por ración:

·      *      140g de lentejas cocidas o 70 – 80g crudas (viene a ser un cucharón, preferiblemente naturales, o restos de un potaje y de no ser posible, envasadas).
·     *       125g de hojas de lechuga picadas (unas 5- 6 hojas, y algunas enteras o medias para decorar)
·     *       50-60g de tomate picado a cuadritos (corresponde a ¼ de tomate).
·     *       10g o 1 cucharada de alcaparras o alcaparrones
·    *       15 g o 1 cucharadita de huevo duro picado (o ¼ de huevo)
·     *       15g o 1 cucharadita de cuadritos de jamón cocido, pechuga de pollo o pavo cocidos, jamón serrano  o bacón, tostado al horno, microondas o pasado por la sartén.
·    *        30g o 1 cucharada colmada de picatostes, tostados mejor que fritos.

·         Salsa para aliño:
o   25g o 1 cucharada sopera con colmo o 1/5 partes de 1 yogur blanco y mahonesa.
o   10g o 1 cucharada de Aceite de oliva virgen extra
o   10g o 2 cucharaditas de Mostaza de Dijón Original
o   Perejil  pimienta molida y limón al gusto.
o   Sal, con moderación, probar la salsa antes de sazonar.


La preparación es sencilla, ya que solo hay que preparar la ensalada y decorarla con los ingredientes que la componen según el gusto o la imaginación, y luego aliñarla con la salsa.


Pero veamos la receta por partes:

    Lentejas:   A igual que el resto de las legumbres habituales, son un producto de cultivo autóctono de nuestro país, que por su consumo mayoritariamente como producto seco está disponible todo el año, y cuyo precio frente al rendimiento que el consumidor obtiene, es muy bajo, y llevan siendo alimento básico e imprescindible en nuestra dieta desde tiempo inmemorial.

Han tenido, como casi todo, épocas de bonanza en su consumo, y otras en las que se les ha relegado a un segundo plano. De haber salvado de la inanición a multitud de españoles en la posguerra, a bajar su consumo a la mitad de lo habitual en los últimos años.
Son desde tiempo inmemorial, de los grupos de alimentos de los que más conocemos y de los que más se insiste en sus propiedades saludables, sin  embargo su consumo está de capa caída entre la población últimamente.

En el conocimiento popular desde hace tiempo es sabido que las lentejas aportan una cantidad nada despreciable de hierro, que sin ser totalmente absorbible, es muy aconsejable su consumo, ya que no nos aportan, a diferencia de alimentos de origen animal que también lo poseen (aunque sea en otra forma más absorbible), ni colesterol ni grasas prácticamente.

     Tomate y alcaparras:   Por tradición popular, y luego avalado científicamente, también se sabe que este hierro vegetal se absorbe mejor en un medio ácido. Ya nuestros abuelos gustaban de tomarlas con un chorreón de vinagre, sin que ellos tuvieran conocimiento de la biodisponibilidad del hierro de origen vegetal, como es el de las lentejas. Por qué y la demostración científica es algo que ya se le escapa a mucha gente, pero para los efectos prácticos esto es indiferente, ya que lo que realmente interesa es que se conozca este hecho y esto provoque en la población un nuevo hábito:  tomar las lentejas junto con cítricos, por ejemplo. Así en nuestra receta, tenemos un encurtido como son las alcaparras y un cítrico como es el tomate.

     Huevo y carne:   Además, y para mejorar su absorción, también se aconseja consumirla con cierta cantidad de proteína cárnica, que aportando un tipo de hierro más absorbible, puede aumentar hasta en un 30% el hierro realmente disponible de origen vegetal. De ahí que añadamos una parte de huevo y otra de carne. Una adecuada cocción de la legumbre que no la deje entera, pero tampoco la rompa, facilita también que se absorba mejor.

     Pan:   Como toda legumbre, las lentejas son una fuente importante de proteínas de origen vegetal, que aunque de menor valor nutricional que las de origen animal por ser incompletas. Sin embargo con una adecuada combinación con los diferentes tipos de cereales existentes,  patatas, frutos secos, semillas, etc.. no tienen nada que envidiarle. Los 20g de picatostes serían suficientes para esto.

      Yogur:   Para mejorar la digestibilidad de las legumbres, aquellos a los que les produzca flatulencia, un yogur puede ayudarles. Al que nos tomaríamos después como postre, le hemos quitado una parte para realizar la salsa

Así, con ingredientes sencillos, asequibles, y nutritivos, podemos tener un plato único muy adecuado para cambiar la forma de consumir legumbres, llevarlo en un tupper, o sorprender a unos amigos.


Si eres de los que gusta saber su valor nutricional, te paso los datos: 

Resultados de la valoración nutricional: ASNUTRISOFT    

Calorías 580.67 Kcal / 2427.18 Kj
MACRONUTRIENTES
Proteínas

Total
28.05 g
Animales
4.85 g
Vegetales
23.20 g
Lípidos

Total
21.39 g
Monoinsaturados
11.08 g
Poliinsaturados
2.11 g
Saturados
4.21 g
Trans
0.00 g


Colesterol
75.25 mg


Hidratos de Carbono

Totales
69.26 g
Simples
2.98 g
Complejos
66.28 g


Fibra
6.34 g


Agua
284.99 ml
MICRONUTRIENTES
Sales minerales

P
397.29 mg
Mg
80.66 mg
Ca
172.38 mg
Fe
6.53 mg
Zn
3.56 mg
Na
585.53 mg
K
1009.81 mg
I
11.36 µg
Se
88.80 µg
Vitaminas

Vit C (Ácido Ascórbico)
47.56 mg
Vit B1 (Tiamina)
0.46 mg
Vit B2 (Riboflavina)
0.41 mg
Vit B3 (Niacina)
2.21 mg
Vit B6 (Piridoxina)
0.70 mg
Vit A (Retinol)
93.22 µg
Vit D (Calciferol)
20.30 µg
Vit E (Tocoferol)
2.63 mg
Vit B9 (Ácido Fólico)
65.78 µg
Vit B12 (Cobalamina)
0.46 µg


Alérgenos según normativa
·          Gluten
·          Lácteos
·          SO2, sulfitos

Bon apetit!!! 
·          Huevo
·          Mostaza

De legumbres y lentejas va la cosa



Hola amigos y compañeros!!!

Con motivo de conmemorar el Día Mundial del Dietista-Nutricionista (#DMDN), el  próximo 24 de Noviembre ser y este año 2016 estar declarado como Año Internacional de las Legumbres, me he unido al igual que muchos compañeros de profesión,  a la iniciativa impulsada por el Consejo General de Dietistas-Nutricionistas  y la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas, para fomentar su consumo, bajo el lema “Hablemos de Legumbres”. Todos los artículos frutos del conocimiento, experiencia  y esfuerzo de mis compañeros, los podéis consultar en Facebook,  Twiter, …etc, como #CucharadasDeSalud y #HablemosDeLegumbres

En dichos artículos podéis encontrar desde un recordatorio histórico de su consumo, hasta recetas muy originales, pasando por explicaciones con ciencia, de sus muchas propiedades saludables, aportes en nutrientes, etc.

Me gustaría ser algo original, pero creo que casi todo lo esencial está dicho, así que he pensado ofrecerte una receta con legumbres, y explicarte, de una forma sencilla, el porqué de sus ingredientes para que sea completa, nutritiva, saludable y que lleve todo aquello que se aconseja en las Guías de alimentación.

Hay recetas en las que vienen los gramos de cada ingrediente, otras las medidas caseras… Yo he intentado aunar ambos sistemas para que uses el que más te guste.

Se me ha ocurrido una que, en forma de ensalada, hace tiempo le pongo a mis hijos y que les encanta:

Ensalada francesa de lentejas:

Ingredientes por ración:
·          *     140g de lentejas cocidas o 70 – 80g crudas (viene a ser un cucharón, preferiblemente naturales, o      restos de un potaje y de no ser posible, envasadas).
·         *     125g de hojas de lechuga picadas (unas 5- 6 hojas, y algunas enteras o medias para decorar)
·        *      50-60g de tomate picado a cuadritos (corresponde a ¼ de tomate).
·        *      10g o 1 cucharada de alcaparras o alcaparrones
·         *     15 g o 1 cucharadita de huevo duro picado (o ¼ de huevo)
·        *      15g o 1 cucharadita de cuadritos de jamón cocido, pechuga de pollo o pavo cocidos, jamón serrano  o bacón, tostado al horno, microondas o pasado por la sartén.
·        *     30g o 1 cucharada colmada de picatostes, tostados mejor que fritos.

·         Salsa para aliño:
o   25g o 1 cucharada sopera con colmo o 1/5 partes de 1 yogur blanco
o   10g o 1 cucharada de Aceite de oliva virgen extra
o   10g o 2 cucharaditas de Mostaza de Dijón Original
o   Perejil  pimienta molida y limón al gusto.
o   Sal, con moderación, probar la salsa antes de sazonar.

La preparación es sencilla, ya que solo hay que preparar la ensalada y decorarla con los ingredientes que la componen según el gusto o la imaginación, y luego aliñarla con la salsa.


Pero veamos la receta por partes:

Lentejas: A igual que el resto de las legumbres habituales, son un producto de cultivo autóctono de nuestro país, que por su consumo mayoritariamente como producto seco está disponible todo el año, y cuyo precio frente al rendimiento que el consumidor obtiene, es muy bajo, y llevan siendo alimento básico e imprescindible en nuestra dieta desde tiempo inmemorial.
Han tenido, como casi todo, épocas de bonanza en su consumo, y otras en las que se les ha relegado a un segundo plano. De haber salvado de la inanición a multitud de españoles en la posguerra, a bajar su consumo a la mitad de lo habitual en los últimos años.
Son desde tiempo inmemorial, de los grupos de alimentos de los que más conocemos y de los que más se insiste en sus propiedades saludables, sin  embargo su consumo está de capa caída entre la población últimamente.
En el conocimiento popular desde hace tiempo es sabido que las lentejas aportan una cantidad nada despreciable de hierro, que sin ser totalmente absorbible, es muy aconsejable su consumo, ya que no nos aportan, a diferencia de alimentos de origen animal que también lo poseen (aunque sea en otra forma más absorbible), ni colesterol ni grasas prácticamente.

Tomate y alcaparras: Por tradición popular, y luego avalado científicamente, también se sabe que este hierro vegetal se absorbe mejor en un medio ácido. Ya nuestros abuelos gustaban de tomarlas con un chorreón de vinagre, sin que ellos tuvieran conocimiento de la biodisponibilidad del hierro de origen vegetal, como es el de las lentejas. Por qué y la demostración científica es algo que ya se le escapa a mucha gente, pero para los efectos prácticos esto es indiferente, ya que lo que realmente interesa es que se conozca este hecho y esto provoque en la población un nuevo hábito:  tomar las lentejas junto con cítricos, por ejemplo. Así en nuestra receta, tenemos un encurtido como son las alcaparras y un cítrico como es el tomate.

Huevo y carne: Además, y para mejorar su absorción, también se aconseja consumirla con cierta cantidad de proteína cárnica, que aportando un tipo de hierro más absorbible, puede aumentar hasta en un 30% el hierro realmente disponible de origen vegetal. De ahí que añadamos una parte de huevo y otra de carne. Una adecuada cocción de la legumbre que no la deje entera, pero tampoco la rompa, facilita también que se absorba y digiera mejor.

Pan: Como toda legumbre, las lentejas son una fuente importante de proteínas de origen vegetal, que aunque de menor valor nutricional que las de origen animal por ser incompletas. Sin embargo con una adecuada combinación con los diferentes tipos de cereales existentes,  patatas, frutos secos, semillas, etc.. no tienen nada que envidiarle. Los 20g de picatostes serían suficientes para esto.

Yogur: Para mejorar la digestibilidad de las legumbres, aquellos a los que les produzca flatulencia, un yogur puede ayudarles. Al que nos tomaríamos después como postre, le hemos quitado una parte para realizar la salsa.

Así, con ingredientes sencillos, asequibles, y nutritivos, podemos tener un plato único muy adecuado para cambiar la forma de consumir legumbres, llevarlo en un tupper, o sorprender a unos amigos.


Si eres de los que gusta saber su valor nutricional, te paso los datos: 

Calorías 580.67 Kcal / 2427.18 Kj


MACRONUTRIENTES
Proteínas

Total
28.05 g
Animales
4.85 g
Vegetales
23.20 g
Lípidos

Total
21.39 g
Monoinsaturados
11.08 g
Poliinsaturados
2.11 g
Saturados
4.21 g
Trans
0.00 g


Colesterol
75.25 mg


Hidratos de Carbono

Totales
69.26 g
Simples
2.98 g
Complejos
66.28 g


Fibra
6.34 g


Agua
284.99 ml
MICRONUTRIENTES
Sales minerales

P
397.29 mg
Mg
80.66 mg
Ca
172.38 mg
Fe
6.53 mg
Zn
3.56 mg
Na
585.53 mg
K
1009.81 mg
I
11.36 µg
Se
88.80 µg
Vitaminas

Vit C (Ácido Ascórbico)
47.56 mg
Vit B1 (Tiamina)
0.46 mg
Vit B2 (Riboflavina)
0.41 mg
Vit B3 (Niacina)
2.21 mg
Vit B6 (Piridoxina)
0.70 mg
Vit A (Retinol)
93.22 µg
Vit D (Calciferol)
20.30 µg
Vit E (Tocoferol)
2.63 mg
Vit B9 (Ácido Fólico)
65.78 µg
Vit B12 (Cobalamina)
0.46 µg