lunes, 29 de abril de 2013

CON LA CARRERA BAJO EL BRAZO Y SIN APOYO INSTITUCIONAL.
Soy nutricionista y farmaceútica y como dice el refrán, " en casa del herrero, cuchillo de palo" y yo, aunque se que voy en contra de las tendencias actuales dentro de mi profesión, me niego a verder productos dietéticos, suplementos y demás compuestos que la industria, farmaceútica fundamentalmente, nos pone como arsenal para que lo recomendemos o directamente vendamos a nuestros potenciales clientes. No niego que en determinadas patologías por problemas metabólicos, de mala absorción, de incompatibilidades con fármacos, etc, no sea necesario aconsejarlos, pero creo, y repito que soy farmaceútica, aunque no boticaria (significa que no tengo farmacia), que hacen falta más estudios que la mera consulta dietética, para realizar ese tipo de diagnóstico, y siempre van a ser productos no naturales, a los que yo dejo cieerto margen de confianza.
Pero ´tambien he de reclamar que se nos dé nuestro justo espacio en el ámbito de la salud, ya que realmente podemos hacer una labor complementaria a la que realizan otros profesionales sanitarios, siendo el conjunto de disciplinas, lo que conseguiría la buena consecución del objetivo de la intervención nutricional con el paciente.
Sin embargo y vease la paradoja, con toda la legislación vigente que existe en la actualidad donde se desarrollan los planes de estudio de las diversas profesiones sanitarias, sus capacidades, y ámbito de actuación profesional, son las mismas administraciones públicas las que primero nos cierran las puertas.
Proveniente de otra comunidad autónoma, mi intención era la de abrir una consulta dietética y ya me encontré la primera en la frente "si no está al frente o bajo la supervisión de un facultativo médico no se le puede conceder la autorización sanitaria".
Pero cuando se cree tener la razón hay que perseverar y yo lo hice. Finalmente me dieron la autorización sanitaria, eso sí despues de varias consultas en la propia Consejería de Salud y finalmente un escrito certificado con mis argumentos. Luego llegas a pedir la autorización en el Ayuntamiento y esa es otra. Vuelta a tener que explicar todo desde el principio y además a funcionarios que no tienen ni idea de que les hablo.
Y ya conseguida, dado que se me ocurre realizar la actividad asesorando tambien a empresas del canal HORECA, y a centros, instituciones o empresas que den servicios de comedor a colectividades, y este tipo de actividad nadie sabe actualmente donde encuadrarla, llegan los de la Consejería de Asnuntos Sociales o Bienestar Social, u otro nombre según la CCAA de que se trate, y te niegan el poder firmar los menús, teniendo que volver a ser un médico el que lo haga, da igual que sea oftalmólogo, traumatólogo, o reumatólogo, expecialidades que ya bastante tienen con lo suyo para preocuparse de tener que hacer una valoración de una dieta. A parte de que cuando lo firman médicos, aún no he visto ni un informe que sustente lo que han firmado, ni de forma cuantitativa ni cualitativa.
Hemos de ponernos en pie de guerra, peros todos unidos y con argumento legales que los tenemos. Que se nos oiga una sola voz, aunque puedan resonar diferentes idiomas, lenguas o dialectos, y sin terneer otro tipo de recelos de unos con otros. Solo la unión y el saberse poseedores de la verdad hará que nos den lo que necesitamos, por ejemplo, Colegios Profesionales donde aún no los haya y que realmente agrupen a los que trabajamos en esto y veamos de esa forma representados nuestros intereses ante cualquier estamento y con un respaldo legal, no solo la voz individual de cada uno, por muy alta que la alcemos o por muy cabezotas o "tauros" seamos. Saludos y gracias por su apoyo.

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