domingo, 21 de abril de 2013

Viendo a la vuelta de la esquina el buen tiempo, y con ganas de dejar las serias y gruesas prendas del invierno para dar paso a las ropas finas y ligeras, ya estamos de vuelta con las dietas milagro

LA DIETA RÁPIDA: LA DIETA INTERMITENTE.

http://www.nytimes.com/2013/03/03/fashion/england-develops-a-voracious-appetite-for-a-new-diet.html?pagewanted=all&_r=1&

Podríamos valorar este tipo de dietas si conllevara un cambio en los hábitos alimentarios y no solo supusieran dos días de depuración , pero tal y como se plantea, creo que es poner parches para al final, no hacer nada de cambios en las costumbres alimenticias y engañar al personal con falsas esperanzas. ¿Que si es posible adelgazar?. Yo diría que sí, pero a costa de solo retrasar los posibles efectos nefactos de una mala alimentación.
Yo siempre razono lo siguiente: Nuestro cuerpo es como un reloj, que no tiene marcha atrás, por el que el tiempo pasa de forma inexorable y que encima tiene memoria pretérita. Pasados unos años nos recordará lo que hemos hecho con él, si lo hemos cuidado y mimado nos lo agradecerá, si hemos abusado, nos lo echará en cara y nos pedirá cuentas. Debemos de querer a este nuestro templo, sin llegar al narcisismo, pero teniendo en cuenta que tenemos solo uno, que hemos de convivir con él, lo mejor posible y durante todos los años que él y nosostros mismos  nos permitamos, si no ocurre nada que nos lo frustre.

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