martes, 18 de marzo de 2014

Efectos nocivos del sodio en nuestra salud

El sodio es un elemento importante para el mantenimiento del equilibrio hídrico del organismo, es esencial para el funcionamiento de los nervios y los músculos y para controlar la acidez de la digestión. Junto con el calcio, son los responsables  de la transmisión de los impulsos  eléctricos en las células nerviosas y en los músculos, y es indispensable para la  formación de proteínas y de células nuevas.

El sodio que ingerimos en la alimentación habitual procede del contenido en el propio alimento, (como sodio de constitución).
El cloruro sódico (sal común) que añadimos en la mesa o en la cocina a los alimentos, es sodio de adicción.

Las recomendaciones para la población adulta en general, en cuanto al consumo de sodio está entorno a los 2 g de sodio/persona/día, lo que suponen unos 5 g de cloruro sódico o sal común.

En nuestra la alimentación habitual consumimos de 10 a 15 g de cloruro sódico que equivalen a 3.900 a 5.900 mg de sodio.  (1 g de cloruro sódico (sal común) = 390 mg de sodio), el doble de lo recomendado.
 
El consumo excesivo de sodio es uno de los factores implicados en la hipertensión arterial, en enfermedades cardiovasculares, renales, e incluso, el riesgo de padecer cáncer del estómago aumenta marcadamente cuando se combina la infección con la bacteria Helicobacter pylori (una de sus cepas, en concreto cagA+) y una dieta con mucha sal.
Esta cantidad excesiva de sodio ingerido es por el consumo abusivo de alimentos procesados, a los que la industria alimentaria  les añade sal en el proceso de fabricación, o aditivos que tienen en su composición sodio, como son Fosfato disódico , Glutamato monosódico, Alginato sódico, Benzoato sódico: zumos de frutas, Hidróxido sódico, Propionato de sodio, Sulfito de sodio, Pectinato de sodio, Caseinato de sodio o Bicarbonato de sodio.

Los alimentos procesados con más carga de sodio son:
•Aceitunas.
•Agua con gas, bebidas gaseosas en general.
•Carnes saladas, ahumadas y curadas.
•Condimentos salados, mostazas, pepinillos, conservas en vinagre, kepchut, ablandadores de carne.
•Conservas en general.
•Embutidos en general.
•Frutos oleaginosos salados.
•Mantequilla salada, margarina con sal.
•Pan y biscotes con sal (excepto cantidades menores de 50 g).
•Pastelería industrial.
•Pescados ahumados y secados, caviar.
•Quesos en general (se permiten los tipos Burgos, Villalón).
•Sal de cocina y mesa, sal yodada, sal marina, sal de apio.
•Sopa de sobre, purés instantáneos, cubitos, patatas chips.
•Zumos de hortalizas envasados.  
La OMS ha recomendado que la ingesta máxima de sal diaria sea de 5 g. con el objeto de la prevención de la hipertensión arterial. Como medida casera se trataría de dos cucharillas de café rasas o una cucharilla con poco colmo.Esta cantidad debería de disminuirse a un máximo de  2.5 g./persona/día en individuos que ya sufran alguna de las patologías anteriormente reseñadas.
Nuestro consejo: 
Mide tantas cucharillas de café con poco colmo como integrantes seáis en la familia, y ponlo en un vaso junto a la hornilla. Usa este mismo vaso como salero en la mesa.

Y NO CONSUMÁIS MÁS DE ESTA CANTIDAD ENTRE TODOS LOS AL DIA

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